PROPUESTAS – Monfragüe es por historia, naturaleza y paisaje uno de los lugares más hermosos de Extremadura. Situado en el centro de la provincia de Cáceres, en el triángulo que forman las ciudades de Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata, es Parque Nacional, Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para las aves.
Está formado por amplias dehesas, impresionantes roquedos de cuarcita, una vegetación variada y espectacular, y una gran reserva de fauna, entre la que destacan las grandes rapaces y las aves carroñeras.
La historia ha dejado su huella en este parque y aún se conserva el legado de los primeros pobladores. Atraídos por la caza, la pesca y los frutos del bosque mediterráneo, el hombre primitivo se asentó en estas tierras. Su vida cotidiana se percibe en las pinturas rupestres “esquemático-mediterráneas” de la Edad del Cobre y del Bronce que se esconden en algunas cuevas de la zona.
La protección de estos parajes se remonta al año 1.979 en el que se le declara Parque Natural, con una extensión de 18.396 has. Su riqueza faunística se debe a la calidad de los hábitats para la vida y la reproducción de las especies. El buitre negro, el águila imperial o la perdicera, el alimoche y la cigüeña negra encuentran en las portillas escarpadas de este parque y en su bosque mediterráneo virgen los lugares ideales para instalar sus nidos.
También podemos encontrar abundantes poblaciones de ciervos y jabalíes, nutrias, o pequeños carnívoros como el zorro, el gato montés, la garduña o la gineta.
Para sacarle el máximo partido a la visita al Parque Nacional de Monfragüe se recomienda realizar alguna de las rutas a pie señalizadas en la zona. De este modo, nos acercaremos a la naturaleza y podremos conocer sus valores naturales en primera persona.
Una de las citas obligadas es el castillo, una visita que bien vale los 134 escalones que es preciso subir antes de llegar al punto más alto. Desde el torreón que aún se conserva de la que fuera fortaleza de la Orden de Monsfrag, se disfruta de una de las mejores vistas de la provincia de Cáceres. Al Sur, la zona de solana con sus encinas y acebuches. Al Este, las sierras de las Corchuelas y del Espejo, y el pico de Miravete, el más alto de Monfragüe con 836 metros. Al Norte, la zona esquilmada por las repoblaciones de eucaliptos que acabaron con una pequeña parte de la riqueza del parque. Y, por último, al Oeste, se divisa Peñafalcón y el pueblo de Serradilla.
Tampoco podía faltar la visita al Salto del Gitano, dos moles de cuarcita entre las que saltó un gitano que huía de la Guardia Civil, o al menos eso es lo que se cuenta en la zona y esa historia es la que ha servido para darle nombre. Su imponente juego de formas sirve de alojamiento a gran variedad de aves, entre las que destacan el buitre leonado y la cigüeña negra. El Salto del Gitano se presenta como uno de los principales atractivos para el turista que podrá observar desde el mirador, con la ayuda de unos prismáticos, a estas especies en su hábitat natural.
El parque dispone además de un centro de interpretación que nos permitirá realizar un primer acercamiento al lugar. Este centro, así como los principales servicios de la zona (restaurantes, centro de información turística, casas rurales, etc.), se encuentra en Villarreal de San Carlos, pequeña localidad que se recomienda como punto de partida en nuestra visita a Monfragüe. Ésta y otras localidades que forman parte de la reserva ofrecen a los visitantes gran variedad de alojamientos que permitirán disfrutar del entorno con total tranquilidad.
Post de: Fundación Global Nature y Centro de visitantes del Parque Nacional de Monfragüe/Fotografías: Administradora