Un día más comenzamos esta jornada temprano con el objetivo de aprovechar el día al máximo. La primera parada la hacemos en Rattenberg. A la vista de todos, por su tamaño, lo consideraríamos un pueblo, pero tiene el título de ciudad. Según nos explican, el principal rasgo que lo diferencia de un pueblo es el tipo de casas que lo componen. En Rattenberg no vemos las típicas casitas de madera que “adornan” las montañas del Tirol. Esas casas dejan paso aquí a los edificios de viviendas de varias alturas, pintados, eso sí, de los colores pastel tan característicos de esta zona.
Nos subimos de nuevo al autobús y continuamos nuestro camino por una carretera que cada vez se estrecha más y que va presentando a nuestro paso curvas muy pronunciadas destinadas a los conductores más experimentados. Nuestro destino en esta ocasión es el Parque Nacional de Hohe Tauer, situado en el estado de Salzburgo. Para acceder a este Parque es necesario pagar una entrada.
Una vez dentro, dejamos el autobús en un parking y dirigimos nuestros pasos hacia la Cascada de Krimml, que con una altura estimada de 380 metros, es la más alta de Austria y, según algunos, la más alta de Europa. En primer lugar, reponemos fuerzas en el Restaurante que está a los pies de la cascada. Si queremos verla de cerca y hacer el recorrido que nos llevará hasta el inicio de la caída, debemos pagar una entrada aparte de la que ya adquirimos para entrar en el parque.
La subida a la parte más alta se realiza por un sendero perfectamente señalizado y apto para todas las edades, con todo el respeto, eso sí, para el último tramo que se presenta como el más complicado precisamente en el momento en el que ya empieza a hacer mella en nuestras piernas el camino recorrido. El trayecto hasta el inicio de la caída se divide en tres etapas: la primera nos permite ver la cascada a una altura de 140 metros; la segunda a unos 100 metros más; y la tercera después de ascender otros 140 metros.
Cuando falta algo más de un kilómetro para finalizar nuestro recorrido hasta la «cima», nos ofrecen la posibilidad de hacer una parada en un restaurante y descansar junto a una laguna flanqueada por islotes de piedras que ha formado esta cascada en un pequeño llano.
Tras varias paradas, cientos de fotografías y miles de aperturas de boca admirados por la majestuosidad de esta cascada, llegamos a lo más alto. Ese punto es el inicio no solo de esta maravilla de la naturaleza, sino también de varios caminos que nos permiten seguir recorriendo a pie diferentes rutas. Nosotros no pudimos hacerlo, pero quien lo ha hecho, asegura que merece la pena.
Más información sobre la Cascada Krimml en: http://sobreaustria.com/2009/09/07/la-cascada-de-krimml-la-mas-alta-de-europa/