Tirol y Baviera. Parte II

Llegamos a Austria y, ya en el Tirol, visitamos el lago más grande de esta región: el Lago Achensee. Tenemos suerte y el tiempo acompaña. Hace frío sí, pero eso es algo para lo que debemos estar preparados al encontrarnos entre montañas. Lo importante es que no llueve y eso nos permite disfrutar al máximo de este día que pasamos en plena naturaleza.

Recorremos el Lago en un barco que nos lleva hasta una localidad llamada Pertisau. Después de admirar los coquetos hoteles que se encuentran a los pies del Lago, tomamos de nuevo el autobús que nos lleva hasta el Restaurante-Hotel Gramai. Al estar situado en medio de este paraje espectacular, son muchos los que llegan hasta allí después de una larga caminata por los innumerables senderos perfectamente señalizados que se pueden encontrar en los Alpes austríacos. De hecho, no falta también quien opta por situar su “campamento base” en este hotel instalado en una típica casa de madera tirolesa.

Para hacer mejor la digestión, no es mala idea dar un tranquilo paseo por los caminos que rodean este lugar. En lo alto de las montañas, aún quedan restos de nieve, y en otras, vemos como las vacas de la zona, al más puro estilo de las “cabras montesas” se pegan como si tuvieran ventosas a la montaña para acabar con el pasto de las zonas más insospechadas.

Volvemos a Pertisau y tomamos un tren que se mueve con carbón y nos permite conocer otra de las caras de las montañas tirolesas. Después, nos dirigimos hacia el Castillo de Tratzberg, un castillo Castillo de Tratzbergrodeado de vegetación que durante nuestra estancia en el Tirol nos saluda cada día cuando pasamos por la carretera principal.

Para llegar hasta este castillo, nos subimos de nuevo a un tren, pero en este caso turístico que nos lleva por una carretera angosta que tras superar curvas muy cerradas y siempre cuesta arriba, alcanza su destino.

También, aclaramos, existe la posibilidad de subir a pie por un camino alternativo. El Castillo de Tratzberg es un castillo medieval que ahora se encuentra en manos privadas y cuya visita se realiza, como ocurría en el de Neuschwanstein, con una audioguía que nos va desvelando los secretos de cada una de sus salas.