PROPUESTAS – La última vez que hemos viajado a la isla de Mallorca, a mediados del mes de octubre, lo hemos hecho con niños. Siempre que viajas con ellos, te planteas hacer algo diferente a lo que sueles hacer en cualquier viaje. Cambiar las consideradas “visitas más serias” por otras opciones que se salgan de lo habitual. En esta ocasión, y después de varias búsquedas en internet, optamos por tomar el Tren de Sóller, un tren de 1912, de vía estrecha, que nos permite viajar en el tiempo.
Toda la información sobre precios y horarios la encontraréis en su web, una completa página que tenéis disponible en esta dirección: http://trendesoller.com/ Las entradas no se pueden comprar por internet, a no ser que contratéis algún paquete de excursiones de los que ofrecen algunas empresas turísticas de la zona. Si vais por vuestra cuenta, como hicimos nosotros, tenéis que dirigiros directamente a las taquillas del Ferrocarril de Sóller, que se encuentran fuera de la estación intermodal de la ciudad de Palma de Mallorca, en un edificio aparte separado por una calle. También hay que tener en cuenta que el pago debe realizarse en efectivo (por lo menos cuando nosotros fuimos).
A la hora de preparar el viaje, conviene consultar los horarios tanto de ida como de vuelta y organizar la jornada acorde con nuestras preferencias. Atentos porque esos horarios varían en función del mes en el que viajemos y, en invierno, hay temporadas en las que permanece cerrado.
El Tren de Sóller parte, como hemos dicho, del centro de Palma de Mallorca, hace parada en Bunyola y finaliza su recorrido en la bonita localidad de Sóller. El trayecto completo dura alrededor de una hora y nos permite disfrutar de unas hermosas vistas de la Sierra de Alfabia. Además, en el camino, el tren se detiene en un mirador para que los viajeros puedan bajar y fotografiarse con un fondo de película.
Una vez que llega a la estación de Sóller, tenemos la oportunidad de visitar este interesante pueblo, en el que destaca la Iglesia de Sant Bartomeu de fachada modernista. Después, podemos tomar el tranvía y conocer el puerto. Sin duda, una opción que también recomendamos y más si el buen tiempo acompaña, como nos ocurrió a nosotros. En la zona del puerto nos podemos bañar en la playa o comer en alguno de los muchos restaurantes que encontraremos por allí.
Llegados a este punto, conviene explicar que cuando compremos nuestro ticket en Palma de Mallorca debemos tener claro nuestro plan y elegir el billete apropiado. Nosotros optamos por lo que podríamos llamar el “todo incluido”, es decir, la ida y vuelta en tren a Sóller y la ida y vuelta en tranvía (desde Sóller hasta el puerto y viceversa). Ese billete tiene un precio de 32 euros por persona y cuesta lo mismo para adultos que para niños.
Por cierto, si no os alojáis en Palma de Mallorca y os desplazáis en coche hasta allí para tomar el Tren de Sóller, es interesante saber que el Parking de Plaza de España, que se encuentra junto a la estación intermodal, ofrece un descuento del 40% al abonar la estancia, mostrando el ticket que compramos para subir al tren.
Si después de todo lo que habéis leído, os seguís preguntando si merece la pena tomar el Tren de Sóller, desde aquí os animamos a que lo hagáis. Siempre es una experiencia más que meter en la mochila y estamos seguros de que no os defraudará.