PROPUESTAS – Ibiza se adapta a sus visitantes y es capaz de ofrecer en poco espacio una gran variedad de ambientes. Quien quiere fiesta la encuentra, de eso no cabe duda; pero quien busca relax, también hallará en esta isla su paraíso soñado.
Nuestro viaje a Ibiza se aproxima más a la segunda de las opciones planteadas. Queremos disfrutar de sus playas, de sus calas, de su paisaje y no queremos dejar escapar la oportunidad de acercarnos a su vecina Formentera.
Para disfrutar al cien por cien, y sin limitaciones, es más que recomendable alquilar un coche para desplazarse por la isla. Las distancias son cortas, por lo que no sufriremos desplazamientos eternos y, en cambio, disfrutaremos de la libertad que da la posibilidad de acceder a las calas más escondidas sin necesidad de estar pendientes de los horarios de los autobuses (no hay que olvidar que la isla tiene una completa red de autobuses que facilita el desplazamiento tanto a las principales playas y calas como a las discotecas). Para aparcar en la ciudad de Ibiza, lo mejor es recurrir a un parking (hay uno amplio cerca del centro muy bien de precio). También hay calas que tienen aparcamientos habilitados para los bañistas, pero dependiendo de la época en la que visitemos la isla, tendremos mejor o peor suerte.
Para tener una visión general de las playas y calas que hacen de Ibiza una isla única, proponemos la consulta de estas webs: SÓLO IBIZA e IBIZA SPOTLIGHT. Pero como las imágenes valen más que mil palabras, aquí dejamos un vídeo elaborado con fotografías tomadas durante nuestra visita en la segunda quincena del mes de agosto de 2010:
A la hora de planear el viaje, una de las primeras dudas que nos asaltan es la de dónde buscar alojamiento. El lugar elegido dependerá de qué es lo que vayamos buscando. La zona de Sant Antoni de Portmany es uno de los principales destinos de los turistas que proceden de fuera de España, la mayor parte jóvenes. Como dato curioso, después de alojarnos en esta ciudad durante una semana, podemos decir que se ven pocas familias por esta zona, pocos niños y menos personas de edad avanzada.
Sant Antoni es también famosa por su puesta de sol, una puesta de sol que atrae a cientos de turistas que la contemplan ensimismados e incluso aplauden cuando llega ese momento. Muchos deciden seguir todo el proceso desde una de las terrazas típicas ambientadas con música chill-out. La más conocida es, sin duda, «Café del Mar», pero si no encontramos mesa allí (algo que suele ocurrir), podemos recurrir a otro de los locales que comparten paseo con el anterior. Un ejemplo es «MINT», que ofrece ricos cocktails por 9 euros.
Muy diferente es Santa Eulária des Riu, una localidad de carácter familiar, en la que destaca Puig de Missa, nombre que recibe la zona elevada de la iglesia-castillo que preside la ciudad.
Ibiza ciudad es una historia bien distinta. Allí se mezclan todos los ambientes. Su parte antigua bien merece una visita, eso sí, si la hacemos en verano, mejor llevar con nosotros una botellita de agua que nos será de gran utilidad en las continuas cuestas que encontraremos a nuestro paso. Eso o pagar los 3 euros por refresco que nos pedirán en los bares ubicados en la zona. Lo mejor: las vistas desde la muralla y desde la zona más alta de Ibiza, y cómo no, no dejar escapar la foto ante la puerta que abre el camino a nuestra expedición por el casco histórico.
Fuera de la muralla, se extiende una ciudad diferente, que ofrece a los turistas la oportunidad de comer muy bien por menos de 12 euros, como por ejemplo en el restaurante “Pinocho”, ubicado en la zona de las tiendas de recuerdos. Otra posibilidad es tomar un cocktail (alrededor de 8 euros si es sin alcohol y 11 con alcohol) a media noche cerca del puerto en una de las terrazas de las discotecas más conocidas («Pachá», «Space», «Priviledge»…), al tiempo que contemplamos los desfiles de chicas y chicos que lucen cuerpazo y que animan a continuar con la fiesta durante la madrugada en sus discotecas.
Y a media hora de Ibiza en barco está Formentera. Desde el puerto ibicenco, Balearia nos traslada por 44´5 euros ida y vuelta a unas playas de película. Nada más llegar al puerto de Formentera se nos plantea la primera duda: movernos en moto por la isla (el transporte más habitual, influencia de la gran cantidad de italianos que la visitan), en bici o en coche. En el propio puerto, hay varios negocios donde podemos alquilar cualquiera de estos medios de transporte, eso sí, en verano, conviene realizar antes la reserva de los mismos si no queremos enfrentarnos a la falta de disponibilidad.
Otra opción es tomar el autobús. En esta pequeña isla, se han habilitado varias líneas que nos permitirán recorrer las principales playas, con el inconveniente de que tendremos que ceñirnos a los horarios establecidos, claro está. La playa Illetes o la de Es Pujols, con su agua cristalina y su arena blanca nada tienen que envidiar a las famosas playas caribeñas.
Y no puede faltar la visita al Faro de La Mola, con unos impresionantes acantilados, y la subida al mirador desde donde contemplaremos la silueta que dibuja parte de esta pequeña isla del Mediterráneo.
Otras recomendaciones…
- Para comer:
En Sant Antoni de Portmany: “La Cantina de Portmany” (Cocina variada, desde paellas hasta pizzas, pasando por comida asiática o hamburguesas, alrededor de 12 euros por persona).
Próximo a Cala Tarida: Restaurante “Es Cucó” (Platos combinados y arroces por menos de 15 euros).
En la playa Es Pujols de Formentera: los chiringuitos situados en primera línea de playa ofrecen ricos menús por 10 euros.
- Qué visitar:
Yo también soy de un estilo más cercano al relax cuando voy a Ibiza y Formentera, no tanto al de fiesta! Por esto siempre opto por alquilar una de las muchas casas en ibiza que hay en oferta a través de agencias como IbizaHC. Pero alguna vez he ido con más afán de fiesta y también me lo he pasado muy bien!
Laura
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