Domingo, 5 de julio de 2015. Fecha en la que arranca un nuevo viaje que nos va a llevar a conocer la parte que corresponde a “la bota” de Italia, la región de Puglia. A las seis y cuarto de la madrugada, tomamos en Madrid un vuelo de Alitalia que nos traslada hasta el Aeropuerto de Roma Fiumicino después de dos horas y diez minutos de trayecto. Una vez en Roma, cogemos otro vuelo de enlace que nos lleva directamente hasta Brindisi. En él pasamos alrededor de una hora, y a las 11.25h., ya nos encontramos en nuestro destino.
Desde Madrid no parten vuelos directos hacia la ciudad que ocupa el centro geográfico de Puglia, por lo que es necesario hacer el recorrido con una o varias escalas. En total, el billete comprado con dos meses de antelación nos sale por algo más de 230 euros.
Desde el Aeropuerto a la Estación de Tren de la ciudad nos desplazamos en autobús urbano, un autobús de color verde, que cada pocos minutos realiza el trayecto Estación de tren-Aeropuerto y viceversa. Se toma en la puerta del aeropuerto situada en la parte de Llegadas (el aeropuerto de Brindisi es muy pequeño, por lo que se ubica inmediatamente) y el billete, que se puede adquirir en el mismo autobús, tiene un precio de 1´50 euros.
El conductor del autobús, una vez que se queda vacío en la Estación, se ofrece muy amablemente a dejarnos cerca de nuestro hotel y, en plan paternal, no vuelve a emprender su camino hasta que no comprueba que tomamos la dirección que nos ha indicado. Sin duda, una de esas anécdotas que recordaremos siempre de este viaje…
Después de andar unos metros, llegamos al Hotel L´Approdo, situado en Via del Mare, un hotel sencillo para el que parece que el tiempo se paró en los años sesenta o setenta, y los muebles que montaron se han mantenido en su lugar desde entonces. Lo mejor: la amabilidad que nos demuestran algunos de los recepcionistas del hotel y la cercanía, una vez que nos familiarizamos con la zona, a los principales puntos de interés. Eso sí, se encuentra en una zona algo solitaria y bastante oscura por la noche, dato a tener en cuenta si se viaja sola. Otra de las cosas buenas es el precio. La habitación individual con desayuno incluido nos cuesta 168 euros por seis noches, una “ganga” si nos paramos a pensar que no llega a 30 euros por noche.
El domingo de nuestra llegada a Brindisi dedicamos la tarde a “patear” la ciudad. Lo primero, un paseo por el Puerto, donde ese fin de semana se celebra el Campeonato Mundial de Moto Náutica, un espectáculo curioso que llena de ambiente esa zona.
Mientras continúan las carreras, decidimos dedicarnos a descubrir la parte monumental y, caminando y caminando, vamos fijando nuestra mirada en los edificios más curiosos, algunos más antiguos, otros de reciente construcción, y otros que llaman la atención por la huella que el arte urbano ha dejado en ellos. Entre los más longevos, sobresale la zona del Duomo o la Piazzetta Colonne, pero mejor que cada uno juzgue por sí mismo con las siguientes imágenes.
Puglia! Lindisimo!y sí…es barato viajar en europa si se sabe buscar
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