Puglia. Parte II

2Continuamos este recorrido por la región de Puglia con la visita a uno de los pueblos blancos más conocidos de la zona: Ostuni. Para llegar hasta allí, tomamos un tren de Trenitalia que hace el recorrido desde Brindisi en 20 minutos. Desde la Estación de Ostuni hasta el centro hay una distancia de unos 4 kilómetros en cuesta, por lo que nos recomiendan que cojamos un autobús urbano que comienza su recorrido en la misma puerta de la Estación y que por 90 céntimos nos lleva hasta la parte alta de esta hermosa localidad.

A partir de ahí, toca hacer piernas y subir las cuestas que nos presentan las blancas y decoradas calles de esta joya del Sur de Italia. El paseo bajo el intenso calor de julio se lleva mucho mejor fijándose en los detalles que presentan estas construcciones y cada callejón que recorremos.

En la parte más alta de Ostuni, se encuentra el Duomo y, frente a él, uno de los estandartes de esta localidad: el Arco Scoppa.

Ostuni 2

Para comer, optamos por algo rápido y típico de la zona como la focaccia. Hay para todos los gustos, nosotras nos quedamos con la de cebolla, la de salchichas y la Margarita. Y, como suele ocurrir con la comida italiana, no nos decepciona.

Y de Ostuni a Monopoli (que se lee como palabra esdrújula). Esta localidad, cuyo nombre nos hace pensar inevitablemente en el famoso juego de mesa, nos sorprende muy gratamente. Está situada al borde del mar y acoge innumerables viviendas decoradas con mucho estilo, donde, a pesar de que el blanco sigue siendo el color estrella, no faltan los tonos llamativos en puertas y ventanas, sin olvidar los que aportan las flores que acaparan por todos lados nuestra atención.

Monopoli 1Por cierto, para llegar a Monopoli desde Ostuni, podemos tomar un tren de Trenitalia que hace el recorrido en 20 minutos por tal solo 2´50 euros. De la Estación de tren al puerto hay unos diez minutos a pie en línea recta. Después, recomendamos pasear junto al mar y, si hay tiempo, perderse por las callejuelas del centro histórico, donde encontraremos la impresionante torre de la Catedral y su hermosa fachada.

Poco a poco va oscureciendo, a las ocho y media de la tarde el cielo se va apagando y decidimos emprender el viaje de vuelta a Brindisi. Esta vez tenemos por delante 40 minutos en tren y pagamos 5´60 euros. Con la experiencia que ya tenemos, compramos los billetes en la máquina (que ofrece información en varios idiomas), miramos las pantallas informativas y en apenas unos minutos emprendemos el camino de regreso a nuestra “casa italiana”.

Monopoli 2Para concluir este lunes, nada mejor que tomarse en Brindisi un riquísimo helado artesanal. En el paseo del puerto se pueden encontrar heladerías de calidad y por dos euros tomar una tarrina o un cucurucho que nos terminará de endulzar el día.