Este viaje que comienza el 20 de agosto de 2015 no estaría en la lista de los que consideramos «baratos». Por eso, no nos detendremos en su organización, además, en este caso, es mérito del touroperador que es Different Roads. Quien escribe estas líneas lo descubre a través de la web de Muchoviaje.com que, por experiencias previas, sabemos que suele ofrecer precios muy competitivos.
Nuestro destino es Noruega y, más concretamente, la zona de los Fiordos que se encuentra en el Suroeste del país. Cualquiera que haya visto alguna foto, aunque aún no lo haya pisado, entenderá los motivos de esta elección. Pero, si para otros resulta todavía un desconocido, les diremos que este momento es el apropiado para descubrirlo con nosotros.
Como decíamos, hay que partir de la premisa de que un viaje a Noruega es caro. Sin embargo, si se tiene la oportunidad de ir, no hay que dejarla pasar porque todo el que ha estado lo define como un país que deja huella.
Este viaje que hemos adquirido por Internet corresponde al Programa «Fiordos Espectacular» de siete días de The Wholesaler. La salida desde Madrid está programada a las 10.20h. del 20 de agosto con la compañía holandesa KLM. Tendremos, eso sí, que hacer escala en el aeropuerto de Amsterdam, así que nos espera una completa mañana de vuelos.
Poco después de las cinco de la tarde, respetando el horario previsto, llegamos al aeropuerto de Stavanger, donde nos espera nuestra guía. En realidad, ella ha hecho el mismo trayecto que nosotros desde Madrid, pero como es habitual en los viajes organizados, es en el destino final cuando muestra el cartel que la identifica como la persona que nos ayudará a conocer mejor nuestro destino.
Un microbús nos traslada hasta nuestro alojamiento, que se encuentra en pleno centro de Stavanger, el Radisson Blu Hotel. Allí nos reunimos con el resto del grupo y comenzamos a descubrir la ciudad, la cuarta en importancia de Noruega con cerca de 130.000 habitantes.
Siguiendo a nuestra guía, visitamos una iglesia de época medieval, la zona del puerto y uno de los principales atractivos de Stavanger: el barrio antiguo o Gamle Stavanger. Este barrio está compuesto por las típicas casas noruegas de madera blanca. Al parecer, un arquitecto del pais no quiso que cayeran en el olvido y se acabaran derrumbando, y decidió, por tanto, ocuparse de su reconstrucción. Todas ellas tienen jardines de cuento, con flores de todo tipo y color. Puertas azules o rojas, bancos de madera… cualquier rincón invita a sacar la cámara y tirar una foto.
En el puerto, encontramos también varios restaurantes donde se pueden degustar los platos típicos de esta zona, en los que prima el pescado. Sus precios son bastante elevados para nuestros bolsillos, pero algo normal para los de los noruegos, cuyo salario medio ronda los 3.000 euros mensuales.