Turín y Tiziano

Turín 1¿Visitar una ciudad para conocer su patrimonio o visitar una ciudad para acudir a un evento? El viaje que realizamos a Turín en el mes de junio de 2015 no nos obliga a hacer descartes ¿por qué renunciar a algo pudiendo disfrutar de las dos opciones? Hacía tiempo que soñábamos con acudir a un concierto de uno de los cantantes actuales más aclamados de Italia: Tiziano Ferro. Comenzaba gira en la capital del Piamonte y la fecha nos venía como anillo al dedo para planteárnoslo como una “escapada” que no alterara demasiado nuestra actividad profesional.

Viernes, 19 de junio: tomamos en Madrid un vuelo de Ryanair hacia el Aeropuerto de Bérgamo. Despega puntual a las 9.45 h. y, en poco más de dos horas, aterriza en Orio Al Serio ¿Por qué no fuimos directamente a Turín? La pregunta tiene fácil respuesta, ya que, cuando las circunstancias obligan a fijarse en los precios, encuentras que hay una diferencia de casi 300 euros entre una y otra alternativa. Así que decidimos pagar algo menos de 90 euros por el billete de ida y vuelta (con dos compañías distintas) y, a cambio, invertir más horas en el desplazamiento. Y es que el viaje también es parte de la aventura ¿no?

Turín 2Desde el Aeropuerto de Bérgamo nos dirigimos hacia la Estación Central de Milán en un autobús de la empresa Terravisión. Los billetes se pueden comprar en el mismo autobús o a través de internet, y tienen un precio de 5 euros. El trayecto dura aproximadamente una hora.

En la Estación de Tren de Milán (que bien merece una visita por sí sola para disfrutar de su belleza), compramos los billetes hacia Turín. Nuestra experiencia previa nos lleva directamente a hacer la compra en las máquinas, ya que, además de ofrecerte la posibilidad de elegir el idioma en el que quieres adquirirlos, dispones de más tiempo para estudiar las diferentes opciones Turín 3que te ofrecen y puedes pagar tanto en efectivo como con tarjeta. Recomendamos mirar bien y dedicarle unos minutos porque solo de esa forma podremos ahorrar bastante dinero y tiempo. Finalmente, nos hacemos con un billete que nos cuesta alrededor de 13 euros y que en poco más de una hora nos lleva a nuestro destino final. Gran compra si tenemos en cuenta que la primera propuesta que nos hacía la máquina y que habíamos visto por internet era hacer el trayecto en dos horas.

Respetando el horario previsto llegamos a la Estación Porta Nuova de Turín y caminando, en apenas cinco minutos, nos encontramos en el hotel que tenemos reservado: el Ibis Style Porta Nuova. La reserva la hicimos a través de Booking, nos costó 77 euros la habitación doble y tenía el desayuno incluido. Lo mejor de este alojamiento, sin duda, la amabilidad del personal y su situación inmejorable, a escasos minutos tanto de la Estación como del Centro de la ciudad.

Turín 4Andando, en menos de diez minutos, llegamos a la parte más turística de la capital del Piamonte. Una vez que ya teníamos nuestras entradas para el concierto de Tiziano Ferro, nos enteramos de que durante pocos días volverían a exponer la Sábana Santa completa, así que hicimos la reserva de la visita para no perdérnosla. Sin embargo, no tuvimos la suerte de conseguir cita para la hora que nos convenía y decidimos probar suerte. Reservamos un horario imposible, sabíamos que no llegaríamos, pero una vez en la puerta de entrada, conseguimos que se apiadaran de nosotras y nos hicieran un hueco en uno de los grupos. La amabilidad extrema de los voluntarios nos lo puso muy fácil y pudimos seguir el recorrido y pasar los controles obligados para todos los peregrinos hasta situarnos frente a frente con esta joya de la historia.

Sábado, 20 de junio: por la noche tocará disfrutar del concierto, pero hasta entonces, lo que toca es “patear” la ciudad todo lo que podamos. Como hace un par de años que visitamos Turín en otro viaje, en esta ocasión, optamos por recorrer a pie las principales calles de la ciudad y quedarnos con el buen recuerdo que nos dejan las fachadas de los monumentos Turín 5principales. Hay también tiempo para probar los helados y para recorrer los puestos de souvenirs que han instalado en las calles comerciales.

Turín luce estos días sus mejores galas porque el domingo el Papa Francisco hará una visita oficial y presidirá la misa que tendrá lugar en la Plaza que hay frente al Palacio Real.

Andamos y andamos hasta que nuestro reloj nos indica que es hora de emprender el camino hacia el alojamiento que nos acogerá durante la noche del sábado. Para entonces, hemos reservado habitación en el Residence Meditur, que se encuentra a cinco minutos a pie del Estadio Olímpico donde se celebra el concierto. El entorno del Estadio, como era de esperar, es una zona solitaria y donde escasean los lugares para comer, pero que, a medida que se aproxima la hora del concierto, se va llenando de vida.

Miles y miles de personas abarrotan los accesos al Estadio Olímpico y, poco a poco, en el interior van llenando tanto las gradas como la pista. Lo que viene después hay que vivirlo porque con palabras sería imposible describirlo. Sin duda, uno de los espectáculos más impactantes que hemos vivido, todo un derroche de luz, color, experimentos tecnológicos y, por supuesto, música y una gran voz.

Domingo, 21 de junio: el «día después» nos levantamos temprano, hemos dormido poco, pero no queda mucho para seguir disfrutando de Turín y hay que aprovechar el tiempo. Una vez más, caminando llegamos al centro de la ciudad y comprobamos la huella que deja la visita del Papa. Las calles principales están cortadas, cientos de personas con su banderita en tonos amarillos y blancos forman ríos humanos que se dirigen hacia el lugar donde se celebra la Misa, en la Plaza que precede al Palacio Real. Imposible llegar hasta allí, por lo que nos conformamos con las imágenes que nos proporcionan las pantallas instaladas en otras zonas de la ciudad.

Turín 6Lo que viene a partir de aquí es el regreso a casa, una vuelta larga que con la ilusión que arrastramos se hace mucho más llevadera. Toca hacer el recorrido contrario al del primer día: tomamos un tren en la Estación Porta Nuova que nos llevará hasta Milán. Esquivando a la multitud que cada día se agolpa en la Estación milanesa, nos dirigimos hacia el autobús que esta vez nos llevará hasta el Aeropuerto de Milán Malpensa. Allí tomamos un vuelo de Easyjet que nos trasladará a Madrid y que nos permite apurar al máximo este fin de semana largo y al que, sin duda, hemos sacado el máximo partido posible.