Viaje a Túnez

Con sinceridad os contamos que no teníamos a Túnez en nuestra lista de destinos preferentes. Si hace solo tres meses nos hubieran preguntado hacia dónde nos llevaría nuestro próximo viaje, nunca hubiera salido de nuestra boca este país africano. No teníamos nada contra él, simplemente que, a priori, otros muchos nos llamaban más la atención. Sin embargo, por circunstancias de la vida, esta vez buscábamos un destino que estuviera cerca y que no resultara demasiado caro para nuestros bolsillos, y buscando, buscando, nos dimos cuenta de que Túnez reunía esos requisitos. Así que, como nuestra mente siempre está abierta, no lo pensamos mucho y decidimos reservar un viaje organizado de una semana de duración al conocido como “país de las palmeras”, a través de la web de Muchoviaje.com.

Túnez 2

Esta aventura comienza a principios de septiembre de 2019. Tomamos un vuelo desde Madrid con la compañía Tunisair y, en apenas dos horas, llegamos a nuestro destino. El trayecto se hace corto, Túnez está cerca y, si a eso le añadimos que nos sirven el almuerzo durante el viaje, cuando nos queremos dar cuenta, estamos aterrizando en otro continente.

Mapa Túnez con contornoComo podéis ver en el mapa que acompaña a estas líneas, Túnez es un pequeño país de África, que se encuentra entre Argelia y Libia, y a poca distancia de las costas italianas. Su tamaño es inversamente proporcional a su importancia en el desarrollo político y social de los países árabes. De hecho, fue en Túnez donde comenzó lo que se conoce como “Primavera Árabe”. En diciembre de 2010, un vendedor ambulante se quemó a lo bonzo después de que la Policía le quitara sus mercancías. Durante su agonía, miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que los gobernantes les sometían. Así, expulsaron del gobierno a Ben Ali, en el poder desde 1987. El ejemplo de Túnez lo imitaron otras naciones del mundo árabe.

Museo del Bardo (Túnez)
Placa que recuerda a los fallecidos en el atentado del Museo del Bardo.

El país también sufre las secuelas de los terribles atentados de 2015, que se cobraron la vida de más de 60 personas. Se registraron en puntos estratégicos para el turismo como el famoso Museo del Bardo (Túnez) y la playa de Susa. A partir de entonces, el turismo en la zona se resintió y es ahora cuando comienza a levantar cabeza. Actualmente, abundan los grupos de turistas rusos, pero los españoles apenas se dejan ver. De hecho, son los propios tunecinos los que, caminando por la calle, nos preguntaban por qué no es tan habitual como antes su presencia en este país.

Una vez que hemos regresado, podemos asegurar que en ningún momento hemos pasado miedo o nos hemos sentido incómodos. Más bien todo lo contrario. No se puede generalizar, pero la mayoría de tunecinos que hemos encontrado en nuestro camino han sido muy amables y cercanos con nosotros, siempre dispuestos a echarnos una mano.

Y una vez que hemos hecho un primer acercamiento al país, nos gustaría presentaros los principales lugares que hemos recorrido en este viaje y las experiencias más destacadas que hemos vivido. Como siempre decimos, es complicado resumirlos en solo unas líneas, pero valdrán para que os hagáis una idea de las maravillas que ofrece:

– Hammamet: es una localidad ubicada a orillas del Mediterráneo, a 60 km de la capital del país, Túnez. Actualmente, alberga numerosos hoteles y es uno de los destinos preferentes para los que llegan al país con ganas de disfrutar de sol y playa.

Hammamet 1

– Port El Kantaoui: para nosotros lo más acertado sería compararlo con el Puerto Banús español. Complejos turísticos y embarcaciones de todo tipo configuran el paisaje.

Port el Kantoui

– Sousse o Susa: ciudad, a 140 km de Túnez, donde viven más de 200.000 personas. Destaca su Medina.

– El Djem o El Jem: localidad situada al este del país, que alberga algunos de los restos romanos más importantes del continente africano. Sin duda, sobresale su imponente Anfiteatro, considerado el tercero más grande del mundo, tras los de Roma y Capua. Fue construido por el emperador Gordiano hacia el año 230 d.C. Además del Anfiteatro, se recomienda visitar el Museo de los Mosaicos porque os va a sorprender gratamente.

Anfiteatro El Djem

– Sfax: se trata de la segunda ciudad más grande de Túnez. Su imponente muralla y su Medina merecen nuestra visita.

– Matmata: se calcula que su población ronda los 1.500 habitantes. Es famosa por sus casas trogloditas. Si pudiéramos ver la zona desde lo alto, nos parecería un conjunto de cráteres o de hormigueros. Un paisaje árido rodea estas singulares viviendas donde los bereberes encontraron el secreto para acceder a un aire acondicionado natural.

Matmata alcanzó gran fama entre los seguidores de `La Guerra de las Galaxias´, ya que representa el planeta natal de Luke Skywalker. Entre los lugares más visitados, se encuentra el Hotel Sidi Driss. Cuenta con varios patios comunicados por túneles subterráneos y sirvió de escenario para rodar parte de la vida del protagonista de la famosa saga.

Hotel Star Wars

– Douz: esta ciudad de 28.000 habitantes se conoce como la `Puerta del desierto´. Aquí visitamos el mercado de ganado y vivimos algunas de las experiencias más espectaculares de nuestro viaje tunecino: contemplar la puesta de sol desde el `Pueblo enterrado´ y ver cómo despierta el día desde las dunas del Sáhara, tras un paseo en quad.

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– Lago Chott El Djerid: es un inmenso lago salado que, en el momento de nuestra visita, se encuentra seco. Aún así, atravesarlo es toda una aventura y no faltan durante el recorrido puntos que nos invitan a bajar de nuestro vehículo y fotografiar el paisaje. En el lago se puede disfrutar del fenómeno óptico `Fata Morgana´, que consiste en que objetos que se encuentran en el horizonte se ven alargados y elevados. Esto se debe a una inversión de temperatura.

Lago Chott El Djerid

– Tozeur: esta ciudad está ubicada en el centro de uno de los oasis más famosos del mundo. La zona es una de las principales productoras de dátiles. Nos cuentan también que vivió su máximo apogeo en el siglo XIV, cuando se convirtió en una especie de puerto del desierto, punto clave del comercio de las caravanas transaharianas. Recorriendo sus calles, veremos edificios construidos con ladrillo en estilo mudéjar con puertas de un sinfín de colores.

Tozeur

Desde Tozeur, emprendemos una interesante ruta en 4×4 por el desierto y los pueblos del entorno. Llegamos así hasta uno de los decorados que se utilizaron en la saga de `La Guerra de las Galaxias´y conocemos uno de los pocos animales que habitan en estos secos parajes: el conocido como “zorrito del desierto” o fénec.

También en 4×4 llegamos hasta el antiguo pueblo de Chebika, que se encuentra junto a un espectacular oasis de montaña, en el Atlas tunecino, a poca distancia de la frontera con Argelia. Merece la pena recorrer a pie la ruta que nos permite conocer las gargantas de agua turquesa, que nos sorprenden en medio de un paisaje, a priori, tan seco.

Chebika fue uno de los pueblos fundados por los bereberes que sufrieron las terribles inundaciones que padeció esta parte del Atlas en 1969. También asolaron otras poblaciones de la zona como Tamerza y Midas. Los tres pueblos tuvieron que reinventarse y, con algunos cambios, continúan su vida con el turismo como principal recurso económico.

– Sbeitla: es una ciudad de algo más de 20.000 habitantes, ubicada en el centro de Túnez. Aquí encontraremos uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes del país, una ciudad romana que destaca, sobre todo, por el buen estado de conservación de sus templos dedicados a Júpiter, Juno y Minerva.

Sbeitla

– Kairouan o Cairuán: para los Suníes, es la cuarta Ciudad Santa del Islam, tras La Meca, Medina y Jerusalén. Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y se recomienda no perder detalle de su muralla, su Medina, sus calles y visitar, entre otros edificios, la Gran Mezquita y el Mausoleo del Barbero.

Kairouan Mezquita

– Túnez: la capital del país tiene cerca de un millón y medio de habitantes. Al contrario de lo que ocurre en otras ciudades del país, aquí no encontramos grandes diferencias con las capitales europeas. Para los interesados en hacer algunas compras, nada mejor que recorrer la Medina. Y si hay una visita imprescindible, ésa es la que hacemos al Museo del Bardo. Podríamos perdernos por sus salas durante varios días, pero en una mañana también podemos salir de allí con un buen recuerdo.

– Cartago: en la antigüedad fue una rica ciudad de comerciantes. Los mejores, los fenicios, fueron sus fundadores y durante un tiempo dominaron el Mediterráneo. Actualmente, Cartago es el barrio más lujoso de Túnez. De hecho, el palacio presidencial se encuentra en esta zona. Las ruinas de la antigua ciudad nos siguen conquistando, principalmente por su espectacular emplazamiento junto al mar.

Cartago

– Sidi Bou Said: a pocos minutos de la capital del país, se encuentra este precioso pueblo, cuyas casitas y colores nos recuerdan inevitablemente a las que encontramos en la isla griega de Santorini. El blanco y el azul dominan fachadas, puertas y ventanas; y cientos de personas pasean por sus calles deseosas de conseguir la foto más hermosa.

Sidi Bou Said

Por cierto, y ya que antes no hemos tenido la oportunidad, es importante hablar de la moneda. En Túnez se usa el dinar tunecino. Para hacer el cambio, lo más recomendable hoy en día es redondear, dividiendo entre tres, ya que un euro equivale a algo más de tres dinares.

Y así, concluimos nuestro relato, recordando, como siempre, que el país es mucho más y que aquí solo os hablamos de los lugares que pisaron nuestros pies. Sin embargo, somos conscientes de que otros muchos quedan pendientes y quién sabe si habrá una próxima vez…